¿Qué año golpeó más a la Argentina? ¿La pandemia de 2020 o el ajuste de 2025?
¿Qué año golpeó más a la Argentina? ¿La pandemia de 2020 o el ajuste de 2025?
28 de junio de 2025
La economía argentina atraviesa en 2025 uno de los años más difíciles de su historia reciente. Sin embargo, esta vez no se trata de una pandemia ni de un evento externo como en 2020, sino de una recesión profunda provocada por un programa de ajuste fiscal, monetario y cambiario sin precedentes.
Cr. Álvaro E. Sierra – Especialista en Finanzas Públicas
🔍 ¿Cuál fue peor para la sociedad y la economía?
La respuesta no es sencilla. En términos macroeconómicos, 2025 muestra avances respecto a 2020. Pero si se observa la vida diaria de la población y la economía real, el presente luce más adverso.
📉 Impacto macroeconómico: 2020 fue el año de mayor caída
Durante el año de la pandemia, la economía se desplomó un 9,9% del PBI. La pobreza alcanzó el 42% y más de 20.000 pymes cerraron sus puertas. Aun así, existieron políticas de contención social: el IFE, el programa ATP, congelamiento de tarifas, créditos blandos y la prohibición de despidos. El Estado, pese a su fragilidad financiera, intentaba asistir.
En 2025, en cambio, el deterioro económico no provino de una crisis sanitaria, sino de una decisión política interna. La recesión acumulada supera el 5%, pero esta vez sin red de protección: se eliminaron subsidios, subieron las tarifas, se redujo el empleo público, las jubilaciones perdieron poder adquisitivo y los salarios reales cayeron más de un 20% interanual.
El consumo minorista está en su nivel más bajo desde 2002, y según mediciones privadas, la pobreza ya ronda el 45%.
⚖️ Libertad de mercado vs contención social
En 2020 la vida cotidiana estaba condicionada por la cuarentena, pero el Estado ofrecía cierto amparo. En 2025 prima la lógica del libre mercado, pero sin amortiguadores sociales.
Para muchos, el presente resulta más difícil: hay mayor inseguridad alimentaria, las changas desaparecieron, el desempleo crece y la angustia social se profundiza. Las clases medias, que en 2020 accedían a créditos subsidiados o congelamiento de cuotas, hoy enfrentan tarifas impagables, servicios dolarizados y caída sostenida de sus ingresos.
Los jubilados son quizás el grupo más afectado del 2025. Desde 2023, perdieron un 40% de su poder adquisitivo. Ya no hay bonos frecuentes ni medicamentos gratuitos como durante la pandemia.
❓ ¿Entonces, qué año fue peor?
Depende del enfoque. En términos de caída abrupta de la actividad, 2020 fue más dramático. En términos de deterioro sostenido del tejido social, 2025 parece superar al año de la pandemia. La diferencia es que en 2020 hubo un final visible: las vacunas, la reapertura, la expectativa de recuperación. Hoy, no hay horizonte claro.
Desde lo macroeconómico, 2025 puede cerrar con mejores indicadores: equilibrio fiscal primario, baja emisión, fortalecimiento de reservas. El ajuste actual podría estar preparando las condiciones para una recuperación futura, algo que en 2020 ni siquiera se vislumbraba.
Desde lo microeconómico, la situación actual es más dura: los logros macro aún no llegan al bolsillo del ciudadano.
🏛️ El Estado: más colapsado en 2020 que en 2025
Desde la óptica del sector público, 2020 fue aún más desafiante. La parálisis económica redujo los ingresos fiscales de Nación, provincias y municipios, mientras el gasto se disparaba por la emergencia sanitaria. Hubo que sostener hospitales, reforzar asistencia social y sostener la actividad económica con medidas extraordinarias.
En 2025, en cambio, las cuentas públicas lucen más ordenadas. La Nación alcanzó superávit primario, las provincias mejoraron su recaudación por efecto inflacionario, y aunque los municipios enfrentan caída del consumo local, no están colapsados como en 2020.
Los números lo respaldan: en los primeros cinco meses de 2025, la coparticipación nacional creció un 103%, y la provincial un 73%. En términos reales, esto representa una mejora notable respecto al 2020, cuando los ingresos fiscales se desplomaron.
Por eso, resulta llamativo –y en cierto modo una ‘mentira’ discursiva– el argumento de que 2025 fue peor para el Estado que 2020.
🧮 Conclusión
Desde lo macroeconómico, 2020 fue el año más crítico: déficit récord, emisión descontrolada y pérdida de reservas. Desde lo microeconómico y social, el 2025 puede ser recordado como uno de los más duros: hambre, desempleo, caída del consumo, sin amortiguadores ni red de contención. Desde la mirada del Estado, 2020 fue más caótico y exigente, con un aparato público desbordado.
Ambos momentos dejaron marcas profundas. Pero mientras la pandemia tuvo un final visible, el ajuste de 2025 aún no muestra su salida.